Soy director de hotel

Fuerza y valor

‘Soy director de hotel’

16 Ago , 2016  

No sé quién es el autor pero me gustaría compartir con toda la profesión este texto y espero causar una sonrisa y dar un toque de humor a tan apasionante profesión.

Soy director de hotel, (también lo aplicaría a los Jefes de Recepción) y se me pide:

Tener un máster en contabilidad, relaciones públicas, marketing, administración de empresas, informática, ser comercial dicharachero, conocedor de chapuzas y mantenimientos varios, experto en micro y macro limpieza, psicólogo de personal descontento, y capacidad como telefonista y mecanógrafo (léase niño de reservas…).

No he hecho Ingeniería ni Arquitectura pero sé cómo se puso hasta la primera piedra de mi hotel, y por supuesto, por qué se produce cada grieta del edificio; sé varios idiomas, sobre todo Suahili, y el de los gritos de personas fuera de sí.

Soy director de hotel, recuerdo la reserva que usted me hizo hace dos años, aunque usted no recuerde su número de confirmación y crea que se hizo bajo un apellido que comienza con la letra T. Y no es ningún problema conseguirle siete suites comunicadas al lado de la piscina en área de no fumadores, cada una de ellas con dos camas King size, y vistas al mar. Estoy totalmente de acuerdo con usted, es mi culpa que el hotel no tenga zona para aterrizaje de helicóptero.

Soy director de hotel. Es obvio que cuando usted hace una reserva para viernes en realidad la quería para el sábado, y si tengo el hotel lleno… ¡por Dios! ¿Cómo no voy a construir un par de habitaciones más para usted? De las buenas, y además gratis. Que me las pide mi regional para su tía segunda, o si no el comercial, para esa súper cuenta tan buena que nos hace dos o incluso más RN al año.

Soy director de hotel y por eso entiendo muy bien que su empresa ‘Palitos S.A.’ es un vasto imperio que me puede llevar a la quiebra. Claro que estoy mintiendo cuando le digo que ya no quedan plazas en la tarifa barata.

Soy director de hotel, y claro que soy capaz de saludar y atender perfectamente a tres de mis mejores cuentas, contestar a la vez a 12 llamadas, (una de ellas de mi jefe pidiéndome ese informe que no corre prisa, dice; y me da 10 o 12 minutos para ello…) y decirle a la vez al de mantenimiento que corra a arreglar la gotera de la 1034 donde le espera la gobernanta llorando porque otra vez saldrá tarde.

Soy director de hotel y mi puerta está siempre abierta, si mi personal decide interrumpirme con frases cortas o monólogos a cualquier hora del día, cuantas veces haga falta, dejo el informe del jefe y les atiendo pacientemente.

Soy director de hotel. Siempre sé dónde encontrar una solución para cada uno de los siete problemas por hora que surgen en el día a día, sean posibles o imposibles, y escuchar al recepcionista que quiere un aumento de categoría, o al maître que lo quiere de sueldo, o al jefe de recepción que le gustaría trabajar algo menos de 14 horas al día.

Soy director de hotel y también me hago responsable por la mala comida que le han dado en el avión, por los excesos de tráfico aéreo, por huelgas, por pinchazos de ruedas en el alquiler de coches, por el clima, por la localización de los hoteles, por el tipo de cambio y hasta por la economía nacional. Nunca me siento molesto u ofendido porque después de haberme pasado más de media mañana atendiendo su queja, me dice que no va a volver a ningún hotel de la cadena porque el recepcionista atendió el teléfono a la vez que a usted.

Me encanta cuando todo el mundo asume que viajo «de gratis» a cualquier lugar del mundo, y cuando pretendo aprovecharlo la gente dice que no está bien y asume que gano millones de euros en este trabajo. Jamás recibo descuentos en una agencia de viajes, pero eso sí, si usted me pide la tarifa de descuento para agentes de viajes, aunque se llame Viajes ‘El medio pelillo’, o trabaje en el Hipercor, y le digo que no puedo porque es feria, entonces me incluyen en la lista negra de hoteles no gratos.

Soy director de hotel. No se preocupe en decirme las fechas que quiere para su estancia, que ya sé leer la mente, y de inmediato tengo las reservas en mi bola de cristal antes de que usted me lo llegue a decir.

En fin, yo sonrío, empatizo, simpatizo, consuelo, engatuso, cambio, subo, bajo, canto, bailo y arreglo la impresora.

Y ni se me ocurre tener ojeras o no estar impecable, ¡soy la imagen de mi hotel!

Soy director de hotel.

¿Exagerado, irreal, empático, real como la vida misma? Lee, reflexiona y ponle el calificativo que mejor consideres y compártelo en los comentarios.

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Enrique Lucini Serra es consultor de empresa, socio director de elsconsultores y creador de S.E.R, transformando conciencias y equipos.

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Un comentario

  1. FERNANDO MONTERO dice:

    UN ABRAZO FUERTEEEE

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