Viviendo en hoteles

Cuarto menguante

5 Feb , 2021  

Es una de las fases de la Luna. Fases que duran inexorablemente 28 días desde el inicio de los tiempos. La menguante es una fase en la que la luz de nuestro satélite se va reduciendo mientras se va ampliando el espacio que representa su cara oculta. El último cuarto menguante de la pasada primavera nos trajo una situación inédita, no vivida por nuestra generación, y que supuso entrar en un periodo de oscuridad empresarial del que no sabíamos cómo podíamos escapar, pero en el que pensábamos que, como en todas las fases de la luna, llegaría un nuevo momento de lucidez y resplandor donde recuperaríamos nuestra vida y nuestra alegría.

Así fue unas cuantas semanas más tarde cuando llegó el verano, un cuarto creciente de mejora de la actividad y de nuestra forma de vida. Volvimos a reabrir nuestros negocios, los hoteles comenzaban a recibir turistas, el personal se reincorporaba a sus puestos de trabajo, los bares y restaurantes reabrían con ilusión, nos volvíamos a reunir para disfrutar de los amigos… Sin embargo, ese cuarto creciente quedó oculto por la oscuridad de un eclipse que cubrió todos estos momentos de recuperación.

Los eclipses son fenómenos que ensombrecen nuestra vida un corto periodo de tiempo. Pensando que como tal pasaría, nos pusimos de nuevo en plena actividad, a trabajar en mejorar y seguir dando servicio a los pocos visitantes que seguían llegando a nuestros hoteles. Eran pocos clientes, sí, pero seguros estábamos de que serían la avanzadilla para que la actividad regresara, como luz de luna, a nuestras vidas.

Ha continuado pasando el tiempo y con él las fases de la luna, volviendo a estar de nuevo en cuarto menguante.

Menguantes son cada vez más las reservas y los clientes que llegan a nuestros hoteles. Pero ahí seguimos, abiertos y con esperanza.

Menguantes son cada vez más las posibilidades de recuperación para el final de este largo túnel. Pero no por ello nos rendimos.

Menguantes son las ideas que se nos ocurren cada día para seguir adelante. Pero al mismo tiempo nos obligan a desarrollar al máximo nuestra creatividad y trabajo en equipo.

Cuarto menguante, por Eileen Thoss

En este nuevo periodo sombrío seguiremos abiertos, dando lo mejor de nosotros. Seguimos recibiendo a los pocos clientes que llegan con nuestra mejor sonrisa, esa sonrisa que ilumina cualquier momento de oscuridad, y ahí estaremos, más preparados que nunca, cuando llegue el nuevo cuarto creciente y la ansiada luna llena que mostrará la luz al final del túnel. Si hasta nuestra empresa ha crecido con la incorporación de dos nuevos establecimientos en Mallorca, ¡para que digan!

Querido lector, si has llegado hasta aquí es posible que te sientas como yo, descorazonado por el futuro y preocupado por lo que se empieza a ver en nuestro entorno, en nuestro país, en todas partes. Pero necesito contarlo; no es algo que termine de asumir, no puedo dejarlo olvidado y ni dejar de darle importancia porque no me pasara a mí personalmente. Les cuento que a finales de enero, a mi mujer y a mí, un domingo cualquiera a una hora cualquiera nos llegó la llamada de la desesperación, una llamada de pena, de llanto, de vergüenza, que sólo quería pedir una cosa: comer. Una situación de las que parten el alma y deja a uno con un nudo en el estómago. Una sensación dura para nosotros. Una realidad extremadamente dura para la persona que se nos acercó, con la que hablamos. Trabajaba como camarera de pisos de un hotel. Ya no. No importa qué hotel era, pero lo que sí importa es que era su primera vez, su primer momento de desesperación absoluta para pedir una ayuda que la a sus hijos y a ella dignamente. Temo que estos casos se multipliquen, que explote la desesperación y que puedan traernos situaciones que no estamos preparados para gestionar.

Pienso que el gran reto que tenemos que sacar de esta pandemia es el trabajo en equipo para salir adelante como una sociedad reforzada, en la que todos y cada uno de nosotros pongamos nuestro grano de arena para hacer que juntos, y de la mano, salgamos adelante.

Me vienen a la memoria unos versos del poema Hoja Perenne, de Enrique González, en que debemos ser como:

un pinar de hoja perenne,

y aunque el humo molesta a la vista,

y un aroma tostado incomoda al respirar,

desde un tronco oscuro ha comenzado a brotar una rama verde.(*)

Está claro que estas fases de la luna no han durado 28 días, ni siquiera 28 semanas, están durando mucho más, pero esa rama verde es nuestro espíritu de superación y todas las acciones que hacemos para evitar que ninguno de nosotros llegue a desfallecer.

(*) Del libro Cuarto Menguante. Enrique González Hernández. (DelMedio Ediciones, 2020). Con permiso del autor.

 

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Francisco Rodríguez es director financiero corporativo de cadena hotelera

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Un comentario

  1. Margarita dice:

    Me encanta . Me parece la metáfora que refleja nuestra vida

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