¿Me lo dices o me lo cuentas?

Trump es el mejor

12 Feb , 2021  

Hay muchas maneras de mentir –aunque en este mundo actual de ofendiditos mejor vamos a llamarlo «faltar a la verdad»–, ya sea por acción, omisión o la combinación en mayor o menor medida de ambas. Lamentablemente en el periodismo y en la sociedad actual encontramos muchísimos ejemplos de todo ello, y lo que escasea es precisamente la veracidad.

Una modalidad de mentira o media verdad muy habitual e interesante es la de jugar con los titulares, sacando una frase de contexto para que suene muy fuerte aunque en realidad no lo sea tanto. Al usarla de manera parcial o sin la información que la matiza en el artículo o entrevista se da una falsa impresión y se desvirtúa la intención del comentario. Y claro, como el español medio normalmente se da por informado y se considera profundo conocedor de un tema con sólo leer el titular y no tiene ningún problema en juzgarlo y difundirlo sin siquiera haberse molestado en pinchar para leer el texto completo de la noticia en cuestión, enseguidita se monta un tremendo pollo con cientos de comentarios, insultos y alusiones a Iglesias o a la Ayuso –según de qué pie cojee cada uno y aunque se esté hablando del encaje de bolillos en el Antiguo Egipto–.

Hace un par de meses se lio parda entre las féminas de mediana edad cuando se rescató una entrevista de 2018 en la que Carolina Herrera manifestaba que sólo las mujeres sin clase llevan el pelo largo a partir de los cuarenta –me pregunto qué pensará de un cuarentón con moño–. Pues imagínense la que se habría montado –y el titular– si además le hubieran preguntado por sus bolsos favoritos y hubiera contestado que los negros son muy ordinarios.

Todos los días vemos innumerables ejemplos de mentiras de las de toda la vida, la trola que se dice a ver si cuela –en el caso de los políticos españoles si no cuela tampoco es que les importe ni tiene demasiadas consecuencias–. En este segmento entrarían másteres varios, algún comité de expertos, el IVA de las mascarillas y las excusas para vacunarse antes de tiempo, por poner sólo algunos ejemplos –surgen nuevos todos los días–. También podríamos incluir dentro de este grupo las mentiras que uno se acaba creyendo de tanto repetirlas –Trump es el mejor en esta modalidad–.

Mentir por omisión también tiene su arte. Una de las versiones más extendidas es la de salirse por peteneras cuando te preguntan algo que no te interesa –la respuesta de Rajoy a la pregunta de una periodista allá en el 2013 sobre las consecuencias de la entrada de Luis Bárcenas en prisión es realmente antológica–.

Otra forma de faltar a la verdad consiste en jugar con el miedo y la ignorancia de la gente convirtiendo en noticia lo que en realidad no debería serlo. A primeros de año, con la vacunación recién comenzada, se pudo leer en varios medios –entre ellos algunos de los supuestamente serios– y en titulares la noticia de varias personas contagiadas tras haber recibido la vacuna. En realidad sólo habían recibido la primera dosis, y aunque en general es sabido que la inmunidad se consigue realmente después de la segunda, no se molestaban en aclararlo hasta bien avanzado el artículo de marras, para lo cual habría que pinchar en él e invertir tiempo en leerlo, algo que ya hemos visto que no se estila por estos lares. Para entonces, a más de uno ya se le había subido la tensión, la bilirrubina y un par de elementos circulares normalmente suspendidos hasta provocar una sensación corbateril en la garganta –en esto juegan con ventaja las mujeres–.

La manipulación es otra forma de engaño, que puede consistir en convertir en noticia sólo lo que nos interesa. Durante esta pandemia ha sido especialmente visible el caso de la Comunidad de Madrid, ya que la mayoría de medios españoles se han especializado en publicar únicamente las noticias que han considerado útiles para alabar o vilipendiar su gestión, obviando el resto. Esto sucede en realidad con todo tipo de asuntos políticos, que pueden ser maravillosos o gravísimos, inaceptables o lo más normal del mundo, dependiendo de quién lo haga o para dónde tire el medio que lo publica. Da la sensación de que los medios ya hace tiempo que perdieron su función informativa para pasar directamente a la de adoctrinamiento.

Curiosamente, existen algunos casos un tanto particulares en los que está totalmente recomendado tergiversar y magnificar el titular si se quiere acertar o acercarse a la verdad, pero este fenómeno es casi exclusivo de Fernando Simón –les recordamos que él es un profesional, no intenten hacerlo en sus casas ni trabajos–.

En todo caso, estos fenómenos no son exclusivos de los políticos, la prensa y el Facebook; han existido toda la vida y hoteleramente hablando lo hemos venido sufriendo desde tiempos inmemoriales en las hojas de reclamaciones, quejas de clientes con sus turoperadores y, cómo no, en Tripadvisor, donde me han llegado a tildar de maleducado y descarado, imagínense el nivel…

Algo tenemos que hacer como sociedad para dar un giro a todo esto. Dudo que el problema se vaya a solucionar con un orwelliano –en el fondo y en la forma– Ministerio de la Verdad; muy al contrario, se vería agravado por la inevitable adulteración del propósito inicial, que desvariaría hacia la imposición de la presunta verdad parcial y subjetiva del gobierno de turno. De eso al ‘Aló Presidente’ sólo hay un paso. Pero quizá sí podamos hacer algo a nivel individual para evitar el alcance de esa desinformación o, por lo menos, minorar sus efectos. Quizá sea tan simple como no tragarnos a la primera todo lo que nos dicen, pinchar las noticias para leerlas completas antes de formarnos una idea al respecto, contrastar la información con otros medios antes de ponernos a opinar y difundirla, estar dispuestos a aceptar como malo lo que está mal lo haga quien lo haga, o quitar el volumen de la tele cuando sale Fernando Simón.

Por suerte hay todavía medios serios y objetivos como El blog de Ashotel, donde no hay riesgo de que vayan a buscarle problemas a uno con un título parcial y malintencionado. No todo está perdido.

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Fernando Josa Marín es director de hotel

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2 Comentarios

  1. Walter dice:

    Buen artículo, que expone un tema/PROBLEMA actual en forma muy entretenida.
    Saludos

  2. Julio dice:

    Felicidades por tus acertadas palabras. Se puede decir más alto, pero no más claro. Por desgracia nos enteraremos de toda la verdad a toro pasado. Un abrazo Fernando.

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