Fuerza y valor

¿Va realmente mejor el destino Canarias?

8 Abr , 2016  

Desde hace ya un tiempo, Canarias está viviendo una bonanza turística que roza récords históricos y, en algunos casos, los supera ampliamente. Si a ocupaciones nos referimos, los índices son la envidia mundial: doble temporada, amplia segmentación de mercados, planta hotelera más que generosa en número de establecimientos y camas, etcétera. Todo felicidad.

Si hablamos de ingresos, ya la felicidad no parece ser tan generalizada: precios firmados con tanta anticipación que no se pueden prever acontecimientos, presión constante de la turoperación, lenta integración eficaz en nuevos canales de distribución…

Y ahora llega la gran pregunta: la situación espectacular que vive nuestro destino, ¿es coyuntural o estructural? Debemos considerarla coyuntural cuando son factores externos, y no propios, los que inciden directamente en nuestros flujos de turistas: inestabilidad política de otros destinos competencia -léase Egipto, Turquía, Túnez-, factores meteorológicos adversos, inseguridad, fluctuación de las divisas y algunos otros. destino canarias gráfico

Un destino turístico bajo la visión estructural es aquel que, con un plan estratégico bien diseñado, trabaja anualmente en la consecución de objetivos tales como la renovación de la planta hotelera, la adecuación de normativas que faciliten la excelencia, políticas y campañas recurrentes que mantengan la marca Canarias en el mercado, la sensibilización permanente de la población local hacia el sector, la profesionalización obligada del elemento humano, la adecuación, incluso por ley, de plantillas mínimas que garanticen un alto nivel de satisfacción de nuestros clientes… podría seguir pero el post es limitado.

Nos frotamos las manos en estos días con nuestros hoteles llenos, nuestro cliente interno (léase nuestros trabajadores) desbordado y, en muchos casos, sin esperanza de recibir refuerzos, nuestras cuentas de explotación en números negros después de mucho tiempo y “nos alegramos” de que Canarias sea destino refugio por las desgracias de otros países, pero ¡¡¡cuidado!!! Las coyunturas cambian y nuestra “suerte” también puede cambiar. ¿Seguiremos confiando en la suerte?

Por eso, considero que ahora es el momento de lo siguiente:

  • Invertir en nuestro hotel en las áreas estratégicas, que harán que el cliente se lleve una magnifica experiencia de su viaje (instalaciones, servicio, producto).
  • Preparar nuestro destino no para ser refugio sino referencia hasta el punto que nos permita seguir siendo un puntal turístico mas allá de lo que le pueda pasar al dólar, al país de turno o vaya usted a saber.
  • Hacer sentir a nuestro cliente que es realmente nuestra razón de ser, aun cuando, en estos tiempos, Canarias haya sido su segunda opción. Es nuestra oportunidad para que quiera volver.
  • Seguir buscando nichos de mercado que complementen a nuestro maduro ‘sol y playa’ y nos permita crecer en segmentos de más consumo ‘per cápita’ y mayor interés.

Desde aquí mi solidaridad con aquellos destinos que están sufriendo ataques injustificados y sinsentido. No queremos competir así.

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Enrique Lucini Serra es consultor de empresa, socio director de elsconsultores y creador de S.E.R, transformando conciencias y equipos.

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