La distribución hotelera es cada día más compleja, pues a los actores tradicionales se han ido incorporando otros en el entorno digital, lo que permite ganar nuevos caminos para la comercialización de los establecimientos alojativos.

En esencia, como se aprecia en la infografía, podemos dividir estos canales en directos e indirectos y estos, a su vez, en físicos y digitales. A partir de ahí se amplían las opciones y las posibilidades de distribución, generando un mix que ha de buscar el equilibrio y permitir la convivencia de canales en función de una serie de variables que determinarán la conveniencia de utilizar unos u otros en cada momento.

Por lo general, y en circunstancias normales, lo recomendable será establecer un equilibrio de uso que permita optimizar los recursos disponibles y obtener el mayor beneficio.

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Momo Marrero es experto en marketing, estrategia y desarrollo de negocio

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