Aprovechando que estos días se abre el plazo para solicitar las ayudas de la línea de financiación ICO-IDAE Eficiencia Energética 2017-2018 destinada a financiar inversiones que supongan ahorro o eficiencia energética, de acuerdo con los requerimientos técnicos exigidos por IDEA (Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético), haremos a continuación un repaso del funcionamiento y característica de dicha Línea, anticipándonos a concluir, tras analizar el comportamiento de la evolución del crédito a empresas por parte de la banca al sector privado, que la misma viene a cubrir el fallo de mercado actual al que se enfrenta la mayoría de empresas del sector para financiar sus proyectos.
En lo que respecta a esta Línea, se trata de un convenio de intermediación donde el ICO canaliza fondos por importe de hasta 100 millones de euros a las entidades financieras que se adhieran al convenio (70 millones para el sector industrial y 30 millones para hostelería), para que dichas entidades concedan los créditos que permitan llevar a cabo los proyectos, asumiendo el riesgo de las operaciones IDEA y las entidades. Es decir, se trata de una Línea en la que ICO financia la totalidad de cada operación, asumiendo el IDEA el 50% del riesgo y el otro 50% las entidades financieras. El plazo de la financiación iría desde 1 a 5 años, con un diferencial sobre Euríbor de entre el 2,30%-4,30% en función del plazo, y con un límite de 1,5 millones de euros para hostelería y de 3 millones de euros para el sector industrial.
A nadie se le escapa el elevado volumen de fondos que el BCE ha inyectado en el sistema financiero con su política monetaria expansiva, y que no ha sido hasta hace poco cuando las entidades financieras han empezado a canalizar una parte de la liquidez obtenida al sector privado a través de la concesión de crédito. No obstante, comparando ambas magnitudes, se evidencia claramente cómo el crecimiento del crédito al sector privado se encuentra muy por debajo de la liquidez recibida por las mismas, poniendo de manifiesto que se trata de un crédito selectivo. Si bien las entidades con el fortalecimiento y saneamiento de sus balances vuelven a percibir la concesión de crédito a terceros como una alternativa rentable, la realidad es que son muchas las operaciones que no salen adelante por no tener garantías suficientes o por exigirles garantías que en la práctica hacen inviable la operación (avales personales, cesión de derechos de crédito y/o contratos, hipotecas, etc.), evidenciando así, aunque las entidades se sigan empeñando en negarlo, que en los proyectos a financiar, no se evalúa solamente la capacidad de generar flujos para atender el servicio de la deuda, sino las garantías que se puedan aportar y su ejecutabilidad.
La cobertura del riesgo para las entidades financieras es una de las claves de esta Línea, cobrando las entidades financieras un diferencial por el 100% de los créditos concedidos, a cambio de asumir sólo el 50% del riesgo contraído. Si bien pudiera pensarse que se trata de un mecanismo definido al amparo de las entidades financieras, no debemos olvidar que lo que se busca es solucionar los fallos del mercado y que el crédito llegue realmente al sector privado, y adquiriendo un carácter complementario con otras actuaciones, como pudiera ser una línea de avales.
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