Big data, small data, business intelligence, dashboards… y así podemos seguir nombrando una multitud de términos que hoy en día escuchamos en todas y cada una de las conferencias, seminarios y otros eventos del sector a los que acudimos. Pero entre tanto concepto, si nos paramos a analizar, al final encontramos un denominador común: la información es poder, los datos nos dan el poder y quien tenga el control de los datos, tendrá la clave del éxito.
Y te estarás preguntando: todo eso está muy bien, pero ¿como propiedad o dirección hotelera cómo traduzco esto? ¿tengo que controlar todos y cada uno de los datos? ¿cómo? ¿qué hago con ellos? ¿y qué beneficios tiene todo esto para mí realmente?
En este post voy a intentar transmitir de una forma fácil y sencilla qué cinco funcionalidades clave debería tener cualquier herramienta de Business Intelligence (BI) y qué beneficios directos tiene cada uno de esos requisitos para mi hotel o cadena:
El primer punto es que la información debe estar contextualizada y adaptada a la persona que la va a usar. Por tanto, de nada nos sirve tener muchos datos, incluso aunque sean de nuestra propia área, si no son los datos que necesitamos ver y nos permiten tomar las decisiones correctas.
Beneficios:
Atrás tienen que quedar los informes estáticos que se elaboraban con información de la semana pasada y se entregaban la que viene: esa información en ese momento ya no está actualizada y puede llevarnos a cometer errores en nuestra toma de decisiones. Con áreas como el Revenue Management y sus herramientas, hemos aprendido la importancia de controlar la información a tiempo real. Y aquí hablamos de lo mismo: tener una herramienta que nos sumistre la información en el momento que la necesitamos para poder reaccionar de una forma rápida y ágil, efectiva y eficiente.
Beneficios:
Ya no basta con tener una herramienta que nos sumistre la información que necesitamos para que nosotros la analicemos. Hoy en día, el tiempo es oro y la automatización (procesos que no requieren de la intervención del usuario) se vuelve clave para alcanzar nuestros objetivos. ¿En qué se traduce esto? Pues en que la herramienta también te tiene que agilizar y facilitar una solución, llegar a una conclusión. Y tenlo claro: una herramienta puede llegar a mejores conclusiones que tú de una forma más rápida. ¿Cómo?
Beneficios:
Cuando tenemos el dato que queremos, la gráfica que buscábamos o el informe que necesitábamos, y queremos compartirlo, necesitamos simplemente que eso no sea un verdadero problema. Para ello, nuestra herramienta de BI tiene que tener integración con algunas aplicaciones empresariales (o no, por ejemplo, Whatsapp puede ser una buena opción) que nos permita compartir la información rápidamente.
Beneficios:
Y, por último, no podía ser de otra forma: el acceso a la información tampoco debe ser un problema. Da igual si estamos en nuestro despacho o en una hamaca de la piscina: debemos poder tener acceso a la información cuando queramos.
Beneficios:
¿Conclusión? Los datos los tenemos: solamente tenemos que buscar la forma más adecuada de extraerlos, recopilarlos, filtrarlos, resumirlos y representarlos para una toma de decisiones más consciente y eficiente.
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