Hace poco más de un año escribí un post sobre cómo abordar un proyecto de Inteligencia Artificial (IA) si tenías un perfil técnico. Hoy quiero recordarlo aquí, pues creo que es importante echar la vista atrás y ver en qué punto estamos de esta carrera y si hemos avanzado o no.
En mi post anterior en este blog, daba claves sobre cómo el responsable de tecnología (CIO) debería abordar el asunto cara a la cúpula directiva de una empresa u organización. En esta ocasión quiero verlo desde el punto de vista del CEO.
Según Accenture, en su estudio AI: built to scale, tres de cada cuatro directivos en España ven cada vez más claro que si no apuestan con decisión por la Inteligencia Artificial, pueden poner en riesgo su negocio en 2025.
Hace poco más de un año las empresas empezamos con pruebas de concepto y pilotos. Solo el 15-20% de ellas superaron esta etapa y han pasado a la etapa de valor. Y son las que ahora mismo están obteniendo un retorno del doble de lo invertido en los proyectos de Inteligencia Artificial, los directivos de estas organizaciones ya no tienen dudas de la idoneidad de esta tecnología y el valor que puede aportar al negocio.
Estas empresas han creído firmemente en el impacto que supone y supondrá la IA, no solo por el potencial de transformar y crear nuevas líneas de negocio, sino también por cómo se transforma la organización internamente, mejorando y agilizando procesos internos en diferentes áreas: Administración, Atención al Cliente, Recursos Humanos, Marketing…
¿Y cuáles son las claves del éxito para logra pasar a la siguiente fase después del piloto?
Pues junto a una base sólida de datos y a un equipo multidisciplinar orientado al proyecto de IA y a su seguimiento, el apoyo y la aceptación de todos los jefes de departamento, así como el compromiso del CEO, son imprescindibles. Esta reflexión ya me parecía importante en el artículo de hace un año. Y ahora estamos en disposición de corroborarlo.
También es preciso contar con el talento adecuado dentro de estos equipos multifuncionales para abordar la IA, ya que puede aumentar el valor que toda la compañía ve en la implementación y desarrollo de estos tipos de proyectos, al concentrarse en ellos diversidad de opiniones y pensamientos.
En definitiva, a las organizaciones les está costando un poco adoptar la IA en estrategias a corto plazo. Sumado a la incertidumbre de las cuestiones éticas que supone un proyecto de IA, hacen que el ritmo de implementación no sea el idóneo, pero es de esperar. Lo que sí es cierto es que habrá una explosión en el uso de la Inteligencia Artificial, y así como el Cloud tardó en asentarse y ser aceptado como la mejor opción en muchos escenarios, con la IA pasará igual.
Les deseo un buen final de año y un mejor comienzo de 2020
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