Como hemos podido observar en los últimos meses, tras un muy buen 2019 en el sector turístico hemos tenido que afrontar un período de crisis mundial debido la situación con el COVID-19. Recién estamos ahora saliendo de esta situación, bajo medidas de seguridad y la incertidumbre en un futuro cercano. Y es aquí donde la tecnología puede ayudarnos de manera muy clara ante toda esta gestión.

Es vital que el sector turístico y los hoteles inviertan en tecnología para que el turismo se vuelva más fuerte y mejor. La transformación digital de estas empresas de forma adicional impulsará una sostenibilidad que cada día demanda más el viajero y estamos viendo que es algo que el medio ambiente también agradecerá.

En este contexto el Big Data y el Internet de Las Cosas (IoT) son las tecnologías con más proyección, ya que la gestión de los datos ayudará a gestionar mejor los destinos turísticos en cuestión de protocolos de salud y seguridad que se vayan implementando próximamente. Por tanto, otorgará un valor añadido a aquellas empresas que decidan añadir estas nuevas herramientas para impulsar la recuperación y crecimiento futuros.

En estas circunstancias es también cuando tiene mayor importancia el concepto de Smart Hotel. En este tipo de hoteles ya están implementadas diversas tecnologías para tener un control de los datos que origina cada turista y procesar dicha información de forma inteligente para comunicarse de manera bidireccional para lograr una mayor satisfacción en la visita.

Gracias a la Inteligencia de Cliente analizamos toda esta información relativa a los viajeros, sus detalles y actividades, con el fin de construir una relación más profunda y efectiva, así como mejorar la toma de decisiones estratégicas.

Un Smart Hotel también consigue gestionar de manera más eficiente los recursos, reduciendo costes y siendo más ecológico, optimiza tareas como la limpieza, mantenimiento o recepción y mejora la productividad, lo que nos da la posibilidad de ofrecer productos y servicios a un mayor calidad.

El turista en estos momentos está buscando un lugar donde pasar unos días con la mayor comodidad posible, sentirse seguro a donde vaya y que los productos y servicios que reciba en ese destino sean satisfactorios para él.

El destino turístico tiene que innovar para lograr todos estos requisitos demandados y así podrá lograr la mayor experiencia posible, consiguiendo de esta forma fidelizarlos.

Con estas tecnologías podremos incrementar la eficiencia y la calidad de los servicios, gestionando adecuadamente nuestros recursos, y mejoraremos la concienciación de nuestros clientes (huéspedes) sobre el lugar en el que se están alojando, ofreciéndoles información en tiempo real.

Ahora más que nunca no podemos perder esta oportunidad de usar estas herramientas que ayudarán notablemente a la recuperación del sector turístico, además de mejorar la relación con el viajero y ser más sensibles con el medio ambiente teniendo también una mayor productividad en todos los procesos.

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