Este invierno, el turismo tendrá por primera vez un objetivo principal diferente, más allá de disfrutar de lo que las mismas vacaciones significan en sí: el ahorro energético. La creciente inflación ha desencadenado una crisis del coste de la vida en toda Europa y los gobiernos están interviniendo para tratar de proteger a los hogares y las empresas de la aparentemente interminable subida de los precios de la energía.
La inflación en la Eurozona alcanzó un nuevo máximo histórico del 9,9% en septiembre, impulsada principalmente por el aumento del coste de la energía y las materias primas alimenticias. Los Estados miembros de la Unión Europea son en gran medida responsables de sus políticas energéticas nacionales, y las normas de la UE les permiten adoptar medidas de emergencia para proteger a los consumidores ante el aumento de los costes. Entre las principales potencias europeas ya se han planteado diferentes paquetes económicos de emergencias, tales como los siguientes:
- Reino Unido. El gobierno británico está limitando las facturas de energía al por mayor para las empresas este invierno, como parte de un amplio paquete de medidas para proteger a los ciudadanos y a las empresas de la subida de los precios de la energía. La ya ex primera ministra Liz Truss dijo que el tope se aplicará durante seis meses a partir del 1 de octubre y garantizará que las empresas «puedan pasar el invierno». Añadió que las tiendas y los bares se beneficiarán de una ayuda financiera en sus facturas de energía más allá del periodo inicial de seis meses. A principios de este mes se anunció un límite similar para las facturas de energía de los hogares. El hogar medio «no pagará más de 2.500 libras (2.857 €) al año durante cada uno de los próximos dos años», dijo Truss, y añadió que eso supondría un ahorro anual de unas 1.000 libras (1.143 €) sobre la base de los precios actuales de la energía. Esta medida se suma a la rebaja de 400 libras (457 €) en la factura de la luz prometida a principios de año para todos los hogares, que se abonará directamente en las cuentas que tengan establecido un pago automático a su proveedor de energía, o que podrán reclamar por separado las familias. Los hogares que ya tienen dificultades para llegar a fin de mes y que ya han recibido prestaciones del Gobierno también recibirán un pago único por el «coste de la vida» de 650 libras (743 €), además del descuento de 400 libras, y los pensionistas recibirán un pago extra de 300 libras (343 €) este invierno.
- Francia: Francia también ofrece un pago único a sus ciudadanos para ayudarles a hacer frente a estos tiempos difíciles, aunque de solo 100 €, considerablemente menor que en el Reino Unido e Italia. Pero Francia ha intensificado su juego, pasando a nacionalizar completamente el proveedor de energía EDF y obligándolo a limitar las subidas de los precios mayoristas de la electricidad. El Gobierno dice ahora que limitará los aumentos de los precios de la electricidad y el gas para los hogares a un 15% en 2023, y que la factura mensual media de energía de los hogares costará entre 20-25 € más, frente a los 180-200 € más que costaría sin ese tope. El impuesto nacional sobre el consumo final de electricidad (TICFE) también se ha reducido de 22,50 € por megavatio/hora, a solo 1 euro por megavatio/hora para los hogares, y 0,50 € para las empresas.
- Alemania: Alemania, que ha luchado por frenar su fuerte dependencia del gas ruso, se ha comprometido a reducir el impuesto sobre el valor añadido del gas natural del 19% al 7% hasta finales de marzo de 2024. También ha aprobado dos paquetes de ayuda por un total de 30.000 millones de euros para ayudar a sus ciudadanos a hacer frente a la subida de los precios de la energía este año. El Gobierno alemán ofrecerá a todos los contribuyentes una tarifa plana única para el precio de la energía de 300 €, que se les transferirá a través de la nómina de su empleador. Las familias que reciban ayudas por hijos recibirán 100 € más por cada hijo, mientras que los beneficiarios de prestaciones recibirán un pago único de 200 €. Los beneficiarios de ayudas a la vivienda recibirán un complemento de 270 €. El país también ofrece billetes de transporte público subvencionados. Sin embargo, los hogares alemanes tendrán que pagar casi 500 € más al año por el gas debido a una nueva tasa −que se impondrá a partir de octubre− que ayudará a las empresas de servicios públicos a cubrir el coste de la sustitución de los suministros rusos.
Con respecto a uno de los principales mercados turísticos de nuestro país, la Asociación de Agencias de Viajes Independientes de Alemania propuso una solución: que los jubilados pasen el invierno en climas más cálidos como España, principalmente en Mallorca o las Islas Canarias, ya que su temperatura media es mucho más agradable y, además, no dependen del gas ruso. Piden al Gobierno alemán que emita vales por valor de 500 €. Además, esta idea tendría un efecto doblemente positivo, porque es una forma de ahorrar energía y también se beneficia la industria hotelera, una de las más afectadas por la pandemia. Aunque el Ejecutivo alemán no ha hecho ninguna declaración oficial sobre la posibilidad de aplicar esta medida, la presidenta de la Comisión de Turismo del Bundestag, Jana Schimke, asegura que los costes de esta ayuda serían tan elevados que no compensarían el posible ahorro en el consumo de gas. Se calcula que la aplicación de este plan supondría unos 10.000 millones de euros, por lo que consideraría inviable desde el punto de vista financiero.
En materia turística, hoy los números siguen sin recuperar las cifras prepandémicas (a 25 de septiembre, existe un 24% de registros inferiores con respecto a la misma fecha de 2019 en Canarias), aunque debemos considerar la tendencia a reservar a última hora. Por ello, las esperanzas para salvar esta temporada invernal recaen en captar al ‘turista energético’: jubilados que gocen de acuerdos en sus países como los comentados y nómadas digitales que buscan pasar el invierno en lugares más cálidos para ahorrarse la factura de la luz. Y es que España actualmente disfruta del acuerdo “excepción ibérica”, una situación geográfica que nos beneficia y con la que se ha podido fijar un tope al precio del gas.
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Carolina Castellano es especialista en Comunicación Financiera, Marketing Digital y Social Media
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