A la pregunta recurrente sobre la previsión turística para el próximo año 2023, siempre contesto que las expectativas a fecha de hoy son positivas y esperanzadoras y que todo indica que el sector turístico volverá a ser la tabla de salvación de la economía en las islas y en España. Después de los vaivenes y la incertidumbre del presente año, en términos absolutos ha sido bueno y nos dejará cifras similares a las registradas en 2019, especialmente en el precio de las pernoctaciones, que finalmente no bajaron como inicialmente parecía que podría ocurrir. También es cierto que no todos los destinos se han comportado de igual forma y los resultados no han estado equilibrados.
Ha habido destinos sobresalientes y otros algo más ajustados, en un escenario en el que tal vez los grandes vencedores han sido el turismo rural y la llegada masiva a algunos destinos de los knowmad (nómadas del conocimiento) que eligen destinos hiperconectados donde poder conciliar sus trabajos con el disfrute de actividades de ocio, cuando los primeros no precisan de un lugar físico estable. También han salido muy bien paradas este año las viviendas vacacionales, gracias a que se han incorporado al consumo la generación X o millenials (nacidos entre 1980 y 2000) y la generación Z (nacidos entre 2001 y 2010). Sin olvidar un segmento muy específico que también ha contribuido activamente al éxito del presente año, el mercado del lujo, que vive de espaldas a la crisis.
Volviendo a 2023, todo indica que será un buen año. El ansia y la necesidad de viajar y de desconectar después de un largo periodo de extrema dureza emocional sugieren unas expectativas buenas e incluso muy buenas, especialmente si finaliza la guerra que azota Ucrania y se normaliza el caos energético y logístico en el que estamos inmersos. Según recoge El Confidencial, José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur, afirma que «de los 2500 empresarios entrevistados en la encuesta de valoración de resultados empresariales de la temporada completa de verano (tercer trimestre) para el conjunto de subsectores y destinos turísticos españoles sobresale una realidad: a corto plazo no se planea una recesión en el turismo».
Otro dato que confirma lo anterior lo encontramos en Hosteltur: «El sector del turismo en España crecerá una media del 4,2 % anual, por encima de la media de la economía en su conjunto, durante el periodo 2022-2032, creando 840.000 nuevos empleos, según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC)».
En términos económicos, los estudios elaborados por CaixaBank y publicados también en Hosteltur pronostican que «el PIB turístico en 2023 estará un 2 % por encima del de 2019», previendo un verano incluso mejor que el del presente año; y según la WTTC, la plena recuperación en Europa no se producirá hasta 2024 cuando su contribución al PIB esté en el 4,1 %, según sus previsiones actuales.
En Canarias y Baleares las previsiones a corto plazo sugieren que tanto Alemania como Reino Unido serán las locomotoras que tirarán de la demanda (a pesar de sus complejas situaciones económicas respectivas). Un buen indicador lo obtenemos en la actual temporada de invierno en Canarias, que sin ningún género de dudas está siendo notable, en volumen y en precios. Otro aspecto a tener en cuenta para este invierno es la afluencia de jubilados alemanes y nórdicos que huyen de los elevados costes de la energía en sus países de origen.
Las noticias en los medios de comunicación sectoriales no dejan de confirmar el buen momento que vivimos y que previsiblemente se mantendrá en los próximos meses. Por un lado, la afirmación por parte del CEO de Nordic Leisure Travel Group de que Canarias es el destino más importante desde hace sesenta años y que no se está perdiendo estos países emisores; por otro lado, el anuncio de Ryanair de realizar una inversión de 400 millones de euros para reabrir de cara al verano de 2023 sus bases operativas en Tenerife y Lanzarote, con la incorporación de seis nuevas rutas, que se traducirá en 520 vuelos semanales.
Estas expectativas también son extrapolables al sector de los cruceros, cuya previsión es que durante este invierno registren cifras similares a las alcanzadas en 2019, según declaraciones de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA).
A modo de conclusión, se trata de expectativas positivas para el sector turístico de cara a 2023, si bien habrá que ir analizando y monitorizando los movimientos de la demanda a corto plazo dadas las circunstancias económicas actuales, la evolución de la guerra en Ucrania, la crisis energética derivada de ésta y tanto la evolución de la inflación como la recesión técnica en los países emisores. A pesar de todo ello las perspectivas son buenas o muy buenas.
alquiler vacacional, ansias de viajar, buen momento turístico, perspectivas turísticas para 2023, recuperación del sector turístico, sector cruceros, Turismo rural
Si continuas utilizando este sitio, aceptas el uso de las cookies. Más información
Las opciones de cookie en este sitio web están configuradas para "permitir cookies" para ofrecerte una mejor experiéncia de navegación. Si sigues utilizando este sitio web sin cambiar tus opciones o haces clic en "Aceptar" estarás consintiendo las cookies de este sitio.
[…] Publicada originalmente en El blog de Ashotel […]