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De la era de la calidad a la era de la innovación evolutiva en turismo

1 Jul , 2011  

Hoy por hoy pensar que los productos se venden fácilmente y por si solos es un síntoma de no querer ver una realidad que afecta a todas las empresas. Todos damos por hecho que los productos, turísticos o no, deben tener unos mínimos de calidad para satisfacer a nuestros clientes. Cuando hablamos de Calidad en el sector turístico, debemos hacer referencia al Puerto de la Cruz como embrión de lo que ha sido la calidad turística española, que hoy a través del Sistema de Calidad Turística se ha ido implantando en todo nuestro país y ha servido como modelo para otros tanto en empresas como destinos.

Si el pasado siglo fue el siglo de la implantación de los sistemas de la calidad, hoy empezada la primera década del siglo XXI, vemos que la frase que está más en boca de políticos y gurús es el de mejorar la “competitividad a través de la innovación”, parece que si no eres innovador, si no inviertes en el llamado I+D+i no estás a la última o no eres cool.

¿Innovar?, si, por supuesto, pero no desde el punto de vista que nos dan los teóricos o los manuales al uso. Veo mucho interés por la Innovación turística, mucho discurso, muchos edificios vacíos, mucho Power Point, pero pocas realidades (exceptuando algunas excepciones).

Desde que en el 2004 me integrara en el equipo que puso en marcha el Instituto Tecnológico Hotelero (ITH), en el que he tenido la oportunidad de participar en multitud de proyectos relacionados con la innovación, he visto nacer cada vez más centros dedicados a la innovación turística, más gente que hace prácticamente lo mismo, invertimos dinero en las mismas cosas pero en CCAA diferentes. Creo que el principal problema está en la base de su creación, la mayoría de ellos se centran en el tema tecnológico dando una visión al profesional de turismo de a pie, que Innovación es igual a tecnología. Por supuesto la tecnología nos ayuda, pero en un sector como el turístico hay muchos más factores que deben relacionarse con la innovación.  Estoy convencido que necesitamos otro tipo de innovación, más terrenal, mas realista, con lenguaje más hotelero, donde la tecnología nos ayuda en algunos casos, pero no como base de lo que podemos entender que es la innovación en el sector, sector que está más ligado a las personas que a los laboratorios de investigación y desarrollo. Estoy convencido que el principal problema del sector es una falta de creatividad en todos los ámbitos y departamentos, creatividad en el producto, en la comercialización, en el servicio, somos un producto Standard y nos hemos acomodado. La innovación tiene que empezar a implantarse en el ADN del empresario turístico desde arriba abajo si, pero desde aspectos más básicos, que den respuesta de manera sencilla a los problemas reales que tiene el sector, no pensemos que la solución solo radica en un software o una máquina va a suplir el trabajo que realiza una persona de tu a tú con el cliente, ofrecemos servicios y el equilibrio entre las maquinas y el trato humano es primordial.

Si funciona no lo toques, cuantas veces no hemos oído esta frase de nuestros jefes o socios, lo que durante el siglo XX podría tener cierto sentido, hoy, ha dejado de ser relevante. En los inicios de un siglo donde los cambios son cada vez más rápidos y por lógica más cortos los tiempos de adaptación será más difícil mantenerse en primera línea. Solo tenemos que ver el ejemplo de la comercialización y promoción, venimos de unos años, exceptuando algunos momentos de crisis, fáciles, 4 contratos con tour operadores y listo. Hoy por hoy la comercialización ya no es monocanal si no multicanal y esto nos obliga a estar atentos a la evolución de los cambios, las tendencias y patrones de comportamiento del que nos compra “el cliente”.

Por lo tanto si queremos afrontar con optimismo este siglo que acabamos de comenzar, definitivamente deberemos apostar por la INNOVACION en mayúsculas, pero una innovación evolutiva, la que se implanta en el ADN de la empresa de verdad, la que involucra a todos en la consecución de los objetivos, la que colabora hasta con la competencia, la que participa en visión de destino, en definitiva evolucionar en el tiempo y las necesidades que nos marca el cliente, solo así con este espíritu evolutivo y camaleónico, podremos asegurar la viabilidad de nuestra empresa y destinos turísticos.

Jimmy Pons

www.jimmypons.com



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3 Comentarios

  1. Santiago dice:

    «mucho discurso, muchos edificios vacíos, mucho Power Point, pero pocas realidades»

    Buenísimo, innovar es la moda, junto con el 2.0 y las dichosas redes sociales, sin darnos cuenta, de que son sólo herramientas, que hoy son esas y mañana serán otras, lo importante es qué queremos ser y cómo vamos a conseguirlo, sin perder el hilo de lo que está ahí fuera y el contacto con la realidad.

  2. erpuntal dice:

    Innovar jamás es estar a la última en «tecnología», es cambiar, modificar y aprovechar aquellos puntos críticos de la operativa cotidiana y potenciarlos para sacarles el mejor rendimiento, generando un entramado escalar de beneficios orientados hacia el consumidor y que al fin y al cabo reviertan en la organización, pero no enfocado exclusivamente en la obtención de un remanente económico, sino, sobre todo de calidad del servicio, que al fin y al cabo redundará en mayores ingresos.

  3. Si bien es cierto que mantener tus cuentas y perfiles en las redes sociales puede llevar bastante tiempo, los resultados compensan.

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