En mi entrada anterior en este blog ya hablé de las realidades emocionales en el ámbito empresarial y lo que estas concepciones suponen, vistas desde una perspectiva introspectiva. Nunca está de más poder confrontarlas, o en este caso, reafirmarlas desde el enfoque de estudio de autores reconocidos como pueden ser Maslow o Rogers, quienes avalan este pensamiento en el sentido de que básicamente lo que se pretende es reconstruir la noción de la persona desde una reacción humanista, dejando atrás teorías conductistas o psicoanalíticas. Porque son estas últimas las que describen al ser humano como un ente incapaz de tomar decisiones desde su propia conciencia.
Es decir, los coach con enfoque humanista miramos a la persona desde otros presupuestos, siendo conscientes de que el ser humano es capaz de desligarse de su pasado y de la noción de destino, eligiendo con plena conciencia sobre sus actos en el entorno que le rodea y evidenciando, de este modo, una dimensión clave de la persona: la búsqueda de sentido.
Cada vez que tengo una reunión, una cita con un cliente, o doy formación busco la reivindicación de presunción de competencias, capacidades y potencial que desarrollar por parte de las personas con las que interactúo, y siempre confiando en el cambio que vienen buscando, sea tanto laboral como psicosocial, ya que éste será el sentimiento clave que nos vincule con la mejora que se propone como meta. Además, se les recuerda continuamente que el ser humano es capaz de conseguir los objetivos que se propone si es capaz de tomar sus propias decisiones de un modo consciente, tanto desde la racionalidad como desde la parte emocional en la que se desenvuelve. Esta es la cuestión que constituye el éxito y la esencia de la labor del coaching.
Por consiguiente, lo que se pretende, y por lo que personalmente abogo cada vez más es que la psicología emocional provoque la toma de conciencia del individuo, y sobre todo, a controlarla con el fin de alcanzar el bienestar óptimo de equilibrio, siendo una consecuencia directa en la mejora de productividad laboral, entre otras.
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