Fórmate y avanza

Comensales entre maîtres y brigadas

11 May , 2015  

Como ya he comentado en algún que otro post, la figura del maître, no sólo como líder de sala, sino como gestor de restauración, debe ser la de una de las personas más relevantes dentro de un hotel a la hora de tratar con el cliente.

Se presupone desde el inicio que las funciones técnicas las tiene de base en su aprendizaje para poder ejercer dichas competencias, pero eso es algo que cada día dudo más, al tiempo que tengo total certeza de que muchos de mis alumnos y alumnas podrían desarrollar las funciones de responsables de restaurante y bar desmantelando a gran parte de la plantilla actual vigente.

Les cuento una experiencia personal. Todo empezó en una búsqueda de la discreción más absoluta, una huida de grandes salones de hotel y de aglomeración de personas, cuando a nuestra llegada se acercó precipitadamente a ofrecernos una mesa para dos (¡bien!). Elegimos una pequeña en una esquina (¡bien!). Pero de repente, el maître buscó cierta complicidad cómica, al más puro estilo Paramount Channel, además de chistes de fábrica, mientras nos hacía el marcaje de la mesa con un puñado de cubiertos acumulados en la mano sin muletilla, colocándonos dos servilletas sin pinzas. Entonces volvió con un comandero y un segundo chiste para anotar lo que beberíamos, terminando, cómo no, con un tercer chiste de despedida antes de elegir qué cenar.

No desistí y continué con mi afán por mantener la discreción, que se veía coaccionado por momentos. De pronto alzo la vista y observo al señor de los momentos cómicos en plena llamada de atención a un componente de su brigada por un fallo ni mucho menos más grave que todos los que le había detectado a él. Todo, sin que nadie le desmantelara su más que cuestionable profesionalidad.

Continuaron algunas escenas singulares y miradas, posiblemente, de antipatía desentendida, hasta que decido con cierta ironía comentarle que mi agradecimiento, sobre todo, se debía a ese miembro de su equipo al que hacía unos momentos le llamaba la atención, cuando había sido él justamente quien había logrado lo que tan ansiadamente buscaba: poder estar sereno en ese hotel con encanto del que tanto me habían hablado.

 

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Alberto Martínez Rodríguez es ‘couch’ ejecutivo del sector hotelero y formador ocupacional en hostelería

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Un comentario

  1. Nicolás dice:

    Completamente de acuerdo. La profesión de Maitre es una de las más complicadas por la cantidad de habilidades que se necesitan, tanto de liderazgo como de gestión y organización.
    Pero a la vez es una de las profesiones más gratificantes. Muchas gracias por compartir esta experiencia tan personal.

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