Dice el proverbio español que ‘No hay que empezar la casa por el tejado’. Pues bien, en cuestión de turismo, tampoco. La sostenibilidad en materia turística cada vez está más presente en el sector, tanto es así que la ONU declaró el pasado 2017 Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo. Pasos que indican el camino a seguir, pero para llegar a construir esa sostenibilidad turística es preciso cimentar la base sobre la que alzaremos esa meta del sector.  Por ello hay que dejar claro de entrada que no se puede ser turísticamente sostenible si previamente no se ha llevado a cabo un turismo responsable.

3 CLAVES

1. El Turismo Sostenible es, cada vez con mayor peso, la meta a alcanzar en el sector.

2. No se puede lograr la sostenibilidad turística si previamente no se ha desarrollado un Turismo Responsable.

3. La Responsabilidad Corporativa permite llevar a cabo un modelo de gestión de la sostenibilidad duradero que genera valor para la organización a través de los compromisos que ésta adquiere.

DE LA MANO DEL NUEVO TURISTA

Más allá del ámbito medioambiental, una actividad sostenible es una actividad diseñada para ser duradera y respetuosa con el contexto donde se inserta. Con todo él, desde la población, hasta su patrimonio cultural e histórico y, por supuesto, su naturaleza. Lejos de quedarse en la efeméride declarada por Naciones Unidas, la realidad nos muestra un escenario en el que, en concordancia con el nuevo consumidor, el nuevo turista se ha vuelto más exigente, independiente y sensible a la realidad que le rodea; lo que significa que quien nos visita espera hallar un destino auténtico y comprometido con su entorno social y natural, en línea con la idea de sostenibilidad turística.

Lo que no se cuida se pierde y para evitarlo basta con actuar con responsabilidad, esto es: desarrollar un turismo responsable. Y si bien para que un destino sea sostenible ha de conjugar no sólo de las necesidades del turista y de la industria, sino también de la comunidad local y del entorno medioambiental, para llegar a este punto primero han tenido que existir una serie de compromisos, cuyo impacto positivo sea comprobable.  Así, si no es demostrable no es responsable.

CÓMO CONSEGUIRLO

Y ser responsable tiene premio, no sólo para el destino, también para el sector si se aplican políticas de Responsabilidad Corporativa (RC). Este modelo de gestión, lejos de basarse en la generosidad o el altruismo, se sustenta en hacer sostenible en el tiempo esta apuesta, generando valor para las personas, empresas u organizaciones a través de los compromisos adquiridos. Actuaciones que conllevan diferenciación, orgullo de pertenencia, incremento de productividad y reputación, lo que aporta un retorno tangible y cuantificable.

La imagen de las Islas Canarias,  y en consecuencia de Tenerife, como destino líder supone mucho más que un producto y servicio de calidad acompañado de un clima privilegiado. Para ostentar a un puesto de liderazgo no se puede actuar a medias y esto supone estar a la altura de las exigencias que demanda el nuevo turismo, cada vez más concienciado y riguroso en los criterios asociados a la sostenibilidad a la hora de elegir y valorar su viaje. Al fin y al cabo, si bien hemos alcanzado la cima del turismo, el reto ahora es mantenerse.

EN RESUMEN

Pasos a seguir para contribuir a impulsar el Turismo Sostenible:

1. Ten en cuenta que la sostenibilidad del destino es uno de los requisitos que espera encontrar el turista en su visita.
2. Pregúntate cómo puede tu actividad turística ser responsable con el entorno en el que se sitúa.
3. Ponte en manos de expertos para diseñar un modelo de RC que te permita gestionar a largo plazo los compromisos de tu organización y conseguir que retribuyan en su beneficio.

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