En los últimos tiempos, en congresos, foros y todas las sucesiones en el cotarro dedicado a lo gastronómico no deja ya de considerarse indisoluble el tándem turismo-gastronomía. Los datos, la fuerza que ha adquirido el producto local para atraer al turista a los destinos, entre otros atractivos, lleva ya implícita una innegable credencial.
Canarias vive intensamente esa eclosión (yo diría ya que consolidación) y, entre los imanes del género de cercanía se encuentran, sin duda, emblemas como nuestros vinos o nuestras papas antiguas. Por qué no salirnos hoy de lo convencional en este “escandallo” y ponernos, a través de estas claves, los pertrechos de astronautas para salirnos del guión haciendo un guiño a la ciencia ficción; ¿y si nos diera por hacer turismo nada menos que… a Marte?
Nos viene a la cabeza la hazaña de Mark Watney, el astronauta que interpreta Matt Damon en el filme ‘Marte‘ y cómo este ‘náufrago’ espacial sobrevive gracias a… unas papas. ¿Ciencia ficción entonces? Aprovechando la presencia estos días en Tenerife del eminente científico, doctor, geólogo espacial, entrenador de astronautas, especialista en meteoritos… Jesús Martínez Frías, que presentó su libro El Mensaje Darwin (62 relatos inconclusos), de la tinerfeña Editorial Kinnamon, le preguntamos si esto no es sino una quimera. “Esto no va a ser lejano a una realidad futura y no a largo plazo. No es ciencia ficción”, avanza de forma categórica.
Cogemos las maletas y nos planteamos las ‘vacaciones’ al Planeta Rojo, dada la convicción de Martínez Frías. Atraídos también por sus productos agrícolas (¡esas papas!) o por el motivo que empieza a tener su peso en la elección del destino tinerfeño y canario por los foráneos. “Plantar viñedos en Marte –asegura Martínez Frías– parece de antemano de ciencia ficción y recuerda a escenas de la mencionada película. Creerán que es una locura pero se están estudiando –y se darán– las condiciones para llegar a plantar viña y, de antemano, el modelo canaria de La Geria de Lanzarote parece el ideal”.
“Los aspectos relevantes de la futura habitabilidad de Marte –subraya– radica en el farming, la agricultura, y el largometraje de Matt Damon nos hace comprobar que, en su condición de botánico y gracias a ese conocimiento (también en ingeniería) pudo sobrevivir al medio hostil”.
Quizá brindando con ese hipotético vino marciano con el doctor Martínez Frías bien merecerá la pena plasmar sus palabras en redes sociales. “Como ya he indicado hace años, la migración del ser humano al Espacio (en décadas turismo, me permito añadir yo) está abriendo todas las disciplinas hacia este nuevo contexto (en lo bueno y lo malo), generando un verdadero cambio de paradigma”.
Si aludimos esta forma de cultivo tan peculiar basada en hoyos protegidos como se practica en La Geria, el experto geoespacial argumenta que la posibilidad de un varietal de uva marciana para el futuro vino del enigmático planeta seguiría ese modelo según los “análogos terrestres”.
“Dentro de los problemas que nos podamos encontrar –detalla el científico–, en el caso del viñedo que servirá para nuestras vinificaciones prevemos una serie de cultivos tradicionales –como el referido de La Geria– y también innovaciones que son únicas, una tecnología que es única también aplicada a la agricultura; si combinamos esa tradición con la innovación que está asociada al vino y extrapolamos todo eso a lo que son cultivos en materiales volcánicos podemos obtener mucha información que puede ser muy útil para lo que serán los futuros cultivos en el Planeta Rojo”.
Martínez Frías recuerda también que la isla de Tenerife tiene relación con Marte o la Luna en actividades y pruebas de equipos e instrumentación que “esperamos viajen al Planeta Rojo en pocos años vista”. El doctor en Ciencias Geológicas –con currículum kilométrico– hace hincapié durante la conversación en que «esto no lo digo yo ahora sino ya desde 2013 nacieron y se han desarrollado proyectos de la NASA con Perú como punta de lanza en el cultivo de la papa, tomate, guisantes…”.
Pues ya lo dicho. Preparados ante el futuro para tomarnos unos días de asueto en Marte, tomarnos una ensaladita de productos locales y brindar… ¡con vino de La Geria marciana!
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