Estamos finalizando la temporada  invernal y a punto de comenzar la de verano, que se predice insegura para este 2019. Influyen muchos factores que han sido comentados repetidamente durante todo el invierno: la reapertura de Turquía, Egipto y Túnez, el Brexit que no se define y otros factores  que ya están aquí y no debemos obviar: el Cambio Climático o el fenómeno del alquiler vacacional, pendiente de regulación. En definitiva, la incertidumbre está a la orden del día, nada es tan estable como lo ha sido en los últimos años y nuestra pregunta es: ¿conseguiremos colgar el cartel de completo este verano?

Viendo lo que acontece me pongo a pensar en mis hoteles. ¿En qué dirección tenemos que ir para conseguir que los que vienen a pasar sus vacaciones con nosotros repitan otra vez?

En mi caso, lo tengo muy claro, tengo dos pilares fundamentales:

1. Localización. Una situación privilegiada en el corazón de Costa Adeje con todo  a mano: supermercados, farmacia, estación de autobuses, playas, centros comerciales, correos… y siendo a su vez hoteles muy tranquilos, tanto de día como de noche, lo que garantiza un buen descanso y una sensación de relax.  Con el título Relaxing Holiday narran en redes sociales la mayoría de los que nos visitan sus experiencias. Es como un mantra para nosotros, nuestra identidad.
2. Calidad del servicio. Otro punto en el que estamos muy fuertes, resultado de un trabajo en equipo en donde se inculcan valores fundamentales. Entiendo que las nuevas tecnologías son muy necesarias y deben ser implementadas en nuestros hoteles, pero no debemos dejar atrás el valor humano que nos da vida, es lo que genera emoción y esto es importantísimo.

Para mí es fundamental delegar en mis jefes de departamento. Me fascina ver cómo las personas se desarrollan, toman decisiones, son líderes de sus equipos… Y si nos equivocamos, aprendemos del error y seguimos adelante. Confío en ellos, ya que además de profesionales, saben llevar la gestión de sus trabajos de acuerdo al compromiso para la empresa en la que trabajamos y bajo las normas establecidas. La disciplina se ha convertido en nuestro primer must y nos da una base muy sólida en la que apoyarnos.

Todos juntos componemos lo que yo llamo el ‘alma del hotel’. Cada establecimiento tiene la suya, y en mi caso es de lo que se enamora gran parte de los clientes: hospitalidad, amabilidad, cercanía… y así se refleja con unos estándares que superan el 90%.

Con este alma que hemos ido forjando estamos muy serenos, muy motivados y con mucha actitud, esperando que esta temporada de verano nos dé la oportunidad, una vez más, de ofrecer lo mejor de nosotros mismos a todos los que nos visiten, poder sorprenderlos y conseguir esa emoción de querer volver, lo que nosotros llamamos FIDELIZACIÓN.

Cuidemos nuestro destino, cuidemos nuestros hoteles #HotelsFirst

#hotelsfirst, Atención al cliente, calidad del servicio, fidelización, fidelización de clientes, generar emoción

Coro Álvarez Amatriain es directora de hotel

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