A pesar de su actualidad, no me refiero a los dos metros recomendados entre personas, sino a su vertiente más psicológica. Hace unos días estaba yo en el súper con mi mascarilla superfashion −antes muerto que sencillo− y justo en el momento en que realizaba la salida del establecimiento di un resoplido que empañó mis gafas y nubló mi vista por unas décimas de segundo, con tan mala suerte que por mi izquierda venía una señora de aspecto dulce y bastante mayor a la cual, siendo para colmo ese mi lado más cegatón, no vi. Nunca llegó a haber peligro de choque ni tan siquiera a transgredir la distancia de seguridad, pero la susodicha se llevó un susto morrocotudo y soltó un grito corto y seco.
debate de actualidad, distancia social, intolerantes, maleducados, malhablados, normas de educación, retrógrados, sociedad tribal
Si continuas utilizando este sitio, aceptas el uso de las cookies. Más información
Las opciones de cookie en este sitio web están configuradas para "permitir cookies" para ofrecerte una mejor experiéncia de navegación. Si sigues utilizando este sitio web sin cambiar tus opciones o haces clic en "Aceptar" estarás consintiendo las cookies de este sitio.