Buscando en la despensa

Morir de éxito. Gran verdad (y II)

5 Feb , 2014  

En mi post de ayer terminaba hablando de chocolate, más concretamente de sucedáneo de chocolate que, lamentablemente se sirve en algunos hoteles. ¿De verdad piensan que vamos a engañar al cliente que viene en avión y que, quizá, el chocolate que se va a comer lo elaboren en su país y venga justo en la bodega del avión en el que él viaja? Lo mismo ocurre con el salmón y con muchos otros géneros.

Pero bueno, dejemos a un lado ahora los productos de calidad y la prestación de servicios que nos ofrecen en algunos establecimientos vámonos de playa, a la de Las Vistas, a refrescarnos un poco. Pero ¡cuidado, amigo foráneo! ¿Cómo es posible que políticos y empresarios aparezcan en la prensa presumiendo de su playa y luego tengan aún sin resolver el problema de los socorristas? Dudo que este asunto sea por falta de fondos del Ayuntamiento.

Trabajando así, está claro que por mucho que deseemos ocupar los primeros puestos del ranking de destinos turísticos, no vamos a engañar a nadie. Y menos al cliente, que viene de un lugar en el que la calidad de las materias primas es sublime. Nosotros no somos productores, todo lo traemos de fuera, ya que no hemos sabido aprovechar los recursos que tenemos o teníamos (cada vez se pesca menos) en nuestras afortunadas.

La verdad es que espero que el sol que tanto trabajo nos aporta no nos abandone. Sí, ese sol que no nos falla, ¿por qué nosotros sí fallamos, me pregunto? ¿Por qué nos estamos tirando piedras sobre nuestro propio tejado? Me gustaría poder explicar esto a quienes este asunto les compete, ya que el futuro turístico de Canarias y el nuestro está en sus manos. ¿Qué tanto ahorran si tienen los hoteles llenos?

Un alumno me comentaba estos días que fue a una entrevista y, pese a su extraordinario currículum, no les valía. Éste preguntó que por qué y la respuesta de la persona que lo entrevistaba fue que tenía 34 años y estaban buscando menores de 30 o mayores de 60. El motivo no era otro que el beneficio que se lleva la empresa con las subvenciones que ofrece el Estado por este tipo de contrataciones, sin atender a un perfil profesional.

Esto es un secreto a voces que todos sabemos, y es que en algunos establecimientos la calidad ha bajado, los servicios que se ofrecen, también. Soy de los que piensa que una vez pico pero dos, no. Probablemente, la mayor parte de los clientes que nos visitan piensa igual. Dejémonos de jugar al éxito y cuidemos lo que tenemos y lo que se está construyendo. Empresario, de corazón te digo que tengas cuidado de que el barco no se te hunda.

En líneas generales, considero que todas mis entradas en este blog se basan en hacer una crítica constructiva de lo que veo y creo. En algunos felicito a aquellos establecimientos que, a mi modo de ver, lo hacen bien y tienen conocimientodel negocio turísticoe. Espero que este resumen sirva para hacer recapacitar sobre lo que teníamos, lo que tenemos y lo que tendremos. Para evitar que el barco del turismo no se hunda y nosotros, los trabajadores, con él. Porque como dije hace unas líneas, no hay socorristas que nos salven.

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Roberto González Castro es chef, profesor de cocina y colaborador de la editorial Paraninfo.

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