Dedicado a la dirección hotelera, a la consultoría operacional y a la formación desde hace más de 20 años, he tenido la oportunidad de percibir, valorar, entender y gestionar distintos modelos de empresa, de propiedad, de equipos humanos y de estrategias, entre otros. Y, lo que creo más importante, desde “los dos lados de la barrera”, como se dice en términos taurinos.
Esta experiencia me ha permitido identificar primero y convencerme después de que la formación, siendo un elemento absolutamente vital en nuestro sector, se ve desde prismas muy dispares: desde la visión empresarial de “esto no sirve para nada” o “para qué formar a alguien si luego se va de la empresa y yo he perdido tiempo y dinero”, hasta “necesitamos personas implicadas y formadas” o “sin la formación no conseguiremos ser excelentes”. Aunque parezca mentira, aún abundan mucho más los primeros que los segundos, aun cuando se va cambiando poco a poco.
Si lo vemos desde la perspectiva del alumno, también se identifican posiciones antagónicas tales como : “Para qué necesito la formación si ya estoy fijo“ o “me obligan a estar aquí pero no pienso regalar ninguna hora de mi tiempo” hasta el “siento que formarme me ayudará a avanzar y ser mejor”, o “siempre es bueno mejorar y aprender”.
Este tema daría no para un post sino más bien casi para una tesis, pero creo que para entender el título y dejar, al menos una “píldora”, nos podemos hacer las siguientes preguntas:
La actitud se tiene, la aptitud se adquiere.
Si quieres saber más, pincha AQUÍ o AQUÍ
actitud, alumnos, aptitud, desempleados, empleo, esfuerzo de mejora, formación, formación de calidad, formación práctica, visión empresarial
Si continuas utilizando este sitio, aceptas el uso de las cookies. Más información
Las opciones de cookie en este sitio web están configuradas para "permitir cookies" para ofrecerte una mejor experiéncia de navegación. Si sigues utilizando este sitio web sin cambiar tus opciones o haces clic en "Aceptar" estarás consintiendo las cookies de este sitio.