Valga la expresión popular del ‘do de pecho’ para extrapolarla a la del título de esta crónica impregnada de buenas sensaciones vividas en la 33 edición de Salón Gourmets, en Madrid. Hay situaciones que, ‘per se’, son reveladoras. Como responsable de cimentar el hilo conductor del programa de ponencias y talleres en el espacio específico de Canarias durante este evento –lo que hoy llaman speaker–, desde el ‘punto de fuga’ de la mesa de presentaciones podía observar, en todo momento, el notable trasiego en el estand de Vinos de Tenerife del Cabildo insular.
Tenerife exhibió esa calidad ya incontestable en buena parte de sus elaboraciones vitícolas y productos locales en esta ocasión en la capital de España. Entre el verdadero maremágnum de pabellones colmatados de todo tipo de propuestas gastronómicas y vitícolas, y de todas las procedencias, sin duda los productos tinerfeños de la vid constituyeron una punta de lanza para un buen número de visitantes, profesionales de la restauración en su mayoría.
Responsables de Denominaciones de Origen que defendieron una representación de referencias y marcas, como Manuel Rodríguez (DO Abona), Marian Fernández (DO La Orotava) y Óscar Rodríguez (DO Güímar), entre otros, destacaron a ‘El Escandallo’, como valoración muy positiva, que al espacio de Tenerife acudían interesándose por elaboraciones concretas, variedades de uvas puntuales (vijariego, listán negro…), que dice mucho en cuanto a un mayor conocimiento en el exterior.
“Eso indica –refería in situ Marian Fernández– que estamos haciendo las cosas bien, también en la comunicación. Más que llevarse sorpresas, muchos de esos visitantes querían profundizar acerca de vinificaciones que ya conocían de antemano”. “La valoración no puede ser más positiva en todos los sentidos –recalcó Manuel Rodríguez–, porque si bien es verdad que a pesar de los esfuerzos por ampliar la visualización de nuestros vinos y gastronomía, seguimos siendo los grandes desconocidos en la Península; no obstante, esto sirve de punta de lanza para reconducir y plasmar, cada vez con más sólidos argumentos, un papel que tenemos como es el de ser territorio y cultura que vincula tres continentes. Solo por eso tenemos el deber de dar a conocer nuestros géneros y que sean conocidos”.
Los representantes de los vinos tinerfeños en uno de los encuentros más importantes del calendario gastronómico internacional apuntaron ese manojo de excelentes sensaciones, que se convierte así en un gran escaparate para promocionar los productos locales y, al mismo tiempo, mostrar los valores que hace de la cocina tinerfeña algo tan original gracias precisamente a la prestancia de estos productos y a la creatividad de los profesionales de la Isla.
Tenerife estuvo representada en la Feria con los vinos de una veintena de bodegas de cuatro consejos reguladores y productos como la miel con Denominación de Origen Protegida (DOP), los mojos (formidables los de Ayanto), las frutas subtropicales como la papaya o la piña, el aguacate y otros productos gourmet. Además, la Isla cobró especial relevancia gracias a diferentes charlas y catas comentadas.
«Hace años no se sabía apenas de nuestros vinos y hoy acuden, no como buscando tesoros escondidos, sino directamente hacia vinificaciones muy determinadas a los gustos de cada establecimiento, que quiere tipicidad y diferenciación»
El Salón Gourmets constituye una cita relevante para establecer o reforzar contactos comerciales con representantes del subsector de la restauración y hostelería y, especialmente, con los mercados y los grandes almacenes para mejorar la comercialización de los productos tinerfeños, tanto en España como en Europa. De ahí la importancia de estar presentes en este “mortero” amplio y también de esgrimir pura excelencia.
Precisamente, Manuel Rodríguez y Marian Fernández, así como Óscar Rodríguez, aportaron trazos esclarecedores del porqué de esa evolución óptima de los vinos tinerfeños en sendas ponencias en las que ofrecieron catas comentadas de varios blancos y tintos.
Claves de la historia y también las que hacen que estemos más en el candelero: “Hace años no se sabía apenas de nuestros vinos y hoy acuden, no como buscando tesoros escondidos, sino directamente hacia vinificaciones muy determinadas a los gustos de cada establecimiento, que quiere tipicidad y diferenciación”.
Marian Fernández insistía en el propio Pabellón 4 de la Feria de Madrid que La Orotava, en particular, demostró un auge significativo: “Han venido tanto por vinos de bodegas de reconocimiento contrastado (Suertes del Marqués) como por las más pequeñas y la acogida ha sido fantástica”.
La Isla acudió bajo el paraguas de la marca Tenerife Gastro Experience, que encarna los valores que se asocian a las nuevas tendencias en el turismo, como son el respeto a la cultura y tradición, la vida saludable, la autenticidad, la sostenibilidad o las experiencias que aporta.
Feria de Madrid, Ifema, Salón Gourmets, Vinos de Tenerife
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