Tras ganar el concurso La Gamba Roja de Dènia, participante de los menús que este año se presentaron en Madrid Fusión en representación de Canarias y un sinfín de logros más, como el de Mejor chef de Canarias 2016, el comandante del restaurante La Cúpula del hotel Jardines de Nivaria, Rubén Cabrera, junto con todo su equipo de tripulación, representado por Toni en la sala, afrontan una nueva etapa en este complicado pero a su vez gratificante mar gastronómico. De Rubén no me cansaré de hablar, ya lo he hecho en varias ocasiones en este blog, como aquí, aquí o aquí (en orden cronológico).
En esta ocasión, el restaurante se reformó creciendo en espacio, personal, luminosidad y otorgando a la sala unas vistas únicas al mar y a los atardeceres a los que el bonito entono sureño nos tiene acostumbrados. De igual modo, la cocina creció en espacios e infraestructuras en la que Rubén y su brigada crean el motivo de la sonrisa y sorpresa de la mayoría de sus clientes.
Detalles como vaciar una papita y rellenarla con la espuma de su propio relleno, un plato que inexplicablemente soltaba humo cuando llegó a la mesa (y no de calor, precisamente), en el que se alzaba una pareja de gambas rojas de Dènia; un plato de atún que con soplarlo se deshacía; pularda y para amenizar la cena una esfera de chocolate perfecta y los petits fours que siempre el equipo del restaurante sirve al final de cada comida.
Pese a que a un restaurante de esta categoría venimos a comer, indudablemente venimos también a disfrutar. El boom de los programas televisivos sobre cocina está haciendo despertar al cliente local el interés que personas como Rubén y yo encontramos desde niños en todo aquello que engloba a la pasión por cocinar y darle sentido a un plato. Es altamente recomendable pisar este tipo de establecimientos y, sobre todo, dejarnos sorprender por las creaciones que nos ofrecen. Recomendar es una tarea muy difícil, a la vez que responsable, ya que no siempre llueve a gusto de todos, pero cuando se trata de lugares en los que cada mínimo detalle lleva un previo estudio y secuenciación de acontecimientos y orden, cualquier anotación y recomendación es poca. Desde aquí animo a conocer estos establecimientos que poco a poco comienzan a surgir en nuestras Islas.
En las fotos os presento uno de los postres que a mi modo de ver me llamó mucho la atención visualmente, mucho más al probarlo; también les muestro el plato de la pularda. Es imposible establecer todas las fotos del menú, pero sí las que para mí fueron las más representativas en cuanto a decoración y tratamiento culinario de los géneros.
Larga vida a este proyecto por el que Adrián Hoteles apuesta.
¡A disfrutar!
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